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Nico y Rochi en revista Paparazzi

Es el fin de la inocencia: los chicos crecen… ¡y adquieren los vicios de los mayores! En la adolescencia, el amor se grita a los cuatro vientos, marcándose en la corteza de un árbol el nombre de los enamorados encerrados en un corazón. Al pisar los veintipico, parece que las reglas cambian: la cautela y la desconfianza le ganan al romance vivido sin complejos, en absoluta libertad. Y de aquellos años más dulces, sólo queda el juego de las escondidas…ante los fotógrafos. Al menos, cuando de farándula se trata. 


Nicolás Riera (27) y Rocío Igarzabal (22) se conocen desde chicos, cuando compartieron el elenco de Casi Ángeles, una de las tantas novelas exitosas de Cris Morena. Por ese entonces, Tacho -el apodo que tanto disgusta el actor- salía con María Eugenia Suarez, la China, actual pareja –hummmm… ¿todavía?- de Nicolás Cabré. Pero Riera e Igarzabal siempre tuvieron una gran relación, que al parecer, años atrás habría superado ese límite tan difuso que distingue la amistad entre el hombre y la mujer, de la pasión hecha y derecha.
El vínculo amistoso entre ellos siguió de la mano del trabajo: Igarzabal reemplazó a la China en los Teen Angels. ¡Todavía más! Desde este año, comparten las jornadas de Dulce Amor: Lucas y Brenda, sus personajes, viven un romance que, pese a los desencuentros, hoy los encuentra juntos. Y fueron las escenas de sexo de la ficción de Telefe las que despertaron la ira de Silvina Escudero: ese fue el final del apasionado affaire entre Riera y la ex novia de Matías Alé. Aunque coincidió con el nacimiento de otro: el que disfrutan Riera e Igarzabal. Pero entonces, surgieron la cautela y la desconfianza. Nunca se animaron a hacerlo público.
En la noche del martes 26, Las Brujas de Salem hizo una función para la prensa en el Teatro Broadway 2. Con la participación de Juan Gil Navarro, Rita Cortese y Roberto Carnaghi, en el clásico de Arthur Miller también se destaca Lali Espósito, otra Teen Angel. Por eso Nico y Rochi fueron a hacerle el aguante junto al resto del grupo, Peter Lanzani y Gastón Dalmau.
Hombre de pelo en pecho, Riera se mostró como un verdadero caballero durante toda la noche: estuvo al lado de Igarzabal en todo momento, atento a que no le faltara nada a su compañera. Y ella, feliz, se dejaba cuidar. Llegaron  en la camioneta de Nico con Dalmau, quien funcionó como un elemento de distracción, y se sentaron juntos en la sala, codo a codo, y también alejados del grupete de los Teen Angels. El contacto físico no existió, pero las miradas que se cruzaban con insistencia, valieron más que un beso. Ese mismo beso que Nico y Rochi niegan en público, por aquello del amor vivido en la madurez. Es de suponer que, sin las miradas indiscretas, se permitirían disfrutarlo en absoluta libertad, con aquella inocencia que debe defenderse a capa y espada.